domingo, 2 de diciembre de 2012

Frente a la chimenea en una noche lluviosa

 Allí estaba yo paliando los estragos de mi mundo, con una botella de whisky en una mano y en la otra una copa llena. Mientras mitigaba los males causados por la ausencia de este elixir, se derramó por mis labios una gota, fue bajando por mi cuello y, entonces, me vino el recuerdo de aquella noche... Aquella en la que gracias a una preciosidad conocí su sabor en un plácido bar. Mmm... Momento
Lágrimas de fuego, chimenea
"Lágrimas de fuego" - Guillermo Pasquale
inolvidable. Conocí a las dos cosas más dulces de mi vida: la primera no me dijo su nombre y la otra la estoy saboreando. Me contó que estábamos destinados y nos volveríamos a besar entre la oscuridad, por esto la esperamos cada anochecer. A veces, se presenta entre las tinieblas, pero sigo sin saber cómo la llaman, luego no me queda más remedio que seguir bebiendo, así si no aparece ahogaré mis penas. Pasados unos minutos, entra por mis ojos y salimos a la intemperie a purificarnos. ¿Mañana la contemplaré? No lo sé, así que la agarro para que no desaparezca. Amanece y mi vampiresa ya no está, esta vez, ¿cuántas lunas habré de aguardar para que me muerda?


  Miángabu

1 comentario:

  1. Éteme aquí otra vez, pero ahora con un microrrelato. No he hecho mucho sobre este estilo, pero espero que aún así guste. Gracias a todos/as.

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