Tan obscuro que las sombras son sus amigas,
tan solitario que la soledad es su enemiga,
tan embustero que nadie aprecia su verdad,
tan inepto que nada en mediocridad,
tan taciturno que no se oyen sus penas,
tan introvertido que su interior es desconocido,
tan miserable que no tiene alma,
tan cabizbajo que nunca ha visto el cielo,
tan sinsentido que no puede sentir,
tan pusilánime que le acongoja vivir,
tan lunático que anhela dejarse ir,
tan condenado que ya no pasan los días,
tan único que no se ha hallado en vida.
Tan espantapájaros y… los cuervos se amontonan a sus espaldas,
tan creyente y su ángel guardián es la muerte,
tan infame y solo es un inocente,
tan sensitivo y nadie le entiende,
tan melancólico y no puede llorar,
tan pensativo y dice dejarse llevar,
tan perfeccionista y su existencia es un caos
tan detallista y tan poco perspicaz,
tan realista y prefiere soñar,
tan gélido y al tocarlo quema,
tan caballeroso y sin princesa,
tan enamoradizo y no conoce el amor,
tan vulgar y ahonda en tu corazón.
Y tú tan, tan… que le usas y te vas sin mirar atrás.
Miángabu
![]() |
© Federico Bebber | digital art | Arte a un Click | A1CArtes |
No hay comentarios:
Publicar un comentario